Dormir en medio de la tormenta no significa ignorar el caos, sino confiar plenamente en que Dios sigue al mando. En los momentos donde todo parece incierto, Él nos invita a descansar en Su fidelidad. El silencio no es ausencia de respuesta, sino el espacio donde nuestra fe se fortalece. Cuando no escuchamos nada, aprendemos a creer que Él sigue obrando. En el reposo, Dios nos enseña que Su paz no depende de las circunstancias. Dormir en la tormenta es el acto más profundo de confianza en Su amor y soberanía.
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Dormir en medio de la tormenta no significa ignorar el caos, sino confiar plenamente en que Dios sigue al mando. En los momentos donde todo parece incierto, Él nos invita a descansar en Su fidelidad. El silencio no es ausencia de respuesta, sino el espacio donde nuestra fe se fortalece. Cuando no escuchamos nada, aprendemos a creer que Él sigue obrando. En el reposo, Dios nos enseña que Su paz no depende de las circunstancias. Dormir en la tormenta es el acto más profundo de confianza en Su amor y soberanía.
La única señal que necesitamos - Alejandro Villalobos
Comunidad PAS
41 minutes
2 months ago
La única señal que necesitamos - Alejandro Villalobos
La gente en tiempos de Jesús pedía señales, milagros visibles que confirmaran quién era Él.
Pero Jesús respondió que la única señal necesaria sería su resurrección.
Porque si la muerte misma fue derrotada, ¿qué otra prueba podríamos necesitar?
La tumba vacía no es solo un hecho histórico, es la base de nuestra esperanza.
La resurrección valida cada palabra, cada promesa y cada enseñanza de Cristo.
Nos recuerda que el evangelio no es un consejo moral, sino una noticia: Jesús vive.
Y si Él vive, entonces hay vida y poder para nosotros hoy.
La única señal que necesitamos ya fue dada, y lo cambia absolutamente todo.
Comunidad PAS
Dormir en medio de la tormenta no significa ignorar el caos, sino confiar plenamente en que Dios sigue al mando. En los momentos donde todo parece incierto, Él nos invita a descansar en Su fidelidad. El silencio no es ausencia de respuesta, sino el espacio donde nuestra fe se fortalece. Cuando no escuchamos nada, aprendemos a creer que Él sigue obrando. En el reposo, Dios nos enseña que Su paz no depende de las circunstancias. Dormir en la tormenta es el acto más profundo de confianza en Su amor y soberanía.