
A medida que vamos avanzando en el aislamiento, algunas empresas han comprendido que el trabajo remoto es una alternativa bien interesante y que en el largo plazo podría hacer la operación más económica y eficiente.
Hoy escuchamos que hay muchas ‘telereuniones’ o que el trabajo se hace demasiado largo, pero también que han aumentado las tareas.
Entonces la pregunta que surge es ¿cómo lograr el balance y hacer que el trabajo remoto sea sostenible para las organizaciones?