Hay una soledad que no se nota a simple vista.
Esa que aparece cuando estás sola en casa, sin ruido, pero con mil pensamientos golpeando fuerte.
Y de pronto, estás en la cocina. Buscando algo que no es comida, aunque lo parezca.
En este episodio íntimo y vulnerable, hablamos de cómo la soledad y los atracones se entrelazan.
De cómo, a veces, comemos para callar la culpa, el miedo, la sensación de no ser suficientes.
Y de cómo empezar a buscar lo que realmente necesitamos.
No estás sola.
Y no tienes que atravesar esto sola.
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