
Corría el año 2015 en la costa central de Columbia Británica, cuando la científica Jenn Burt se encontró con un verdadero apocalipsis zombi entre el bosque de algas. Burt contó que mientras buceaba vio «estrellas de mar derretidas por todas partes», brazos amputados, cuerpos decolorados, hinchados y torcidos entremedio del bosque. Un panorama nada común que alertó al mundo científico.