
Los momentos duros cuando tienen que llegar, te llegan. Solo tu decides si quieres que se adueñen de tu vida o simplemente manejarlos como si estuviesen de pasada. Pero ¿Cómo? Fácil solo tienes que ejercitar tu cerebro cada día, valorar lo que eres y ser constante.
No hay otra fórmula! El resto viene por sí solo.