
Cuando un ser humano se está hundiendo puede experimentar oscuridad progresiva dedibo a la disminución de la luz a medida que desciende. Si pensamos en las profundidades del mar, y si pensamos en la sensación de aguas profundas en las que la oscuridad aislante se vuelve aterradora, es razonable pensar en que no hay salida.
No hay profundidades que Jesús no pueda alcanzar - y te puede llevar de estar hundido a tierra firme, como lo hizo con Pedro. No en tus fuerzas, ni en tu gran habilidad.
Referencia - Salmo 18 versículo 16 (DHH94I)
"Dios me tendió la mano desde lo alto, y con su mano me sacó del mar inmenso.“
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