
Los adultos solemos olvidar lo serios que nos parecían los problemas de nuestra adolescencia. Y lo eran. Lo que pasa es que hemos tropezado tantas veces en la misma piedra que ha dejado de dolernos el golpe. Pero a alguien de diecisiete años que se enamora por primera vez, un fracaso amoroso puede dolerle toda la vida. O, al menos, hasta el siguiente fracaso.
«La fuente egipcia» es un relato para adolescentes. O sea, para todos nosotros si somos capaces de encontrar en nuestro interior al joven enamoradizo que fuimos. ¡Anímate! El viaje solo dura unos minutos. Luego, podrás volver a ser el mismo cascarrabias de antes