
Nacido en 1931, Rodolfo Izaguirre es un hombre que supera el tiempo y que siempre se ha mantenido fiel a sus convicciones.A París llegó muy joven para estudiar Derecho en la Universidad de la Sorbona, pero el azar torció ese camino: tras ser expulsado por un profesor se cruzó con la cinemateca y allí comenzó su fortuna y la de todos nosotros.
De regreso a Venezuela, Izaguirre se dedicó al periodismo, la escritura y al cine, su más grande pasión. Director de la cinemateca nacional, presidente del Fondo de Fomento Cinematográfico, jurado en festivales nacionales y en eventos internacionales en Bilbao, Huelva, La Habana, Leipzig y Quito, hablan de la trayectoria de este referente venezolano.
Alacranes, Historia sentimental del cine americano, El cine en Venezuela o 1969 son algunas de sus publicaciones más destacadas, pero Rodolfo Izaguirre resume sus logros más importantes en tres: su familia, de la cual se siente muy orgulloso, trabajar con el cine y el poder abrirle las puertas de este maravilloso mundo a tantos otros que, como él, identifican en el séptimo arte su vocación.