
Nos fuimos a la cantina Bar Antonio, nos tomamos nuestras cubitas y nuestra botanita. Todo parecía que iba viento en popa hasta que, sin darnos cuenta, nos pusimos profundos y se nos vino encima todo el peso de la realidad. Cuánta crueldad cuanta. Eso sí, deconstruimos la realidad y desmontamos elemento tras elemento hasta descubrir por qué el fútbol mexicano es tan malo. Si quieren la píldora azul, escuchen el programa, si quieren seguir viviendo en la mentira, pasen de largo.
Tolo no estuvo porque dic que a veces trabaja.
Bragas no estuvo porque se fue de shoping a los Estados Juntos.
Todo tan triste como meter gol en un arco sin red.