
Evidentemente la internacionalización tiene muchas ventajas; sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Aspectos como el idioma, la burocracia o la financiación pueden tornarse un obstáculo, sin contar, por supuesto, con otros como vivir permanentemente tirando de una maleta, ser un completo desconocido anónimo o sentirse de todos y de ningún sitio a la vez. ¿Afecta esto a nuestro rendimiento académico? Lo comentamos aquí con la doctoranda Anna di Mauro.