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Civilcinema
Civilcinema
500 episodes
3 weeks ago
¿Cómo crear un filme que, al mismo tiempo, sea una pieza de autor, un producto de alcance masivo y un objeto que deje una marca en la cultura? la última ocasión en que un realizador había intentado algo parecido —Quentin Tarantino con Érase una vez en Hollywood— éste fue tan alabado como fustigado por cierta parte de público y crítica, pero en general se salió con la suya: su película va camino de convertirse en un clásico. El punto ahora es qué ocurre si a todo el mix anterior agregas una lectura abiertamente política, una que se sitúa de lleno ya no en el pasado reinventado (y lejano) sino en un presente totalmente reconocible, sobre todo para una conflictuada izquierda progresista y una derecha autoempoderada. Pues bien, eso es lo que pone sobre la mesa One Battle After Another: filmada en Vistavision, 65mm, con película física (el formato de mayor nitidez y espectacularidad disponible), protagonizada por Leonardo DiCaprio, en un registro tan maduro como satírico; realizada con efectos especiales prácticos, de abrumadora finura y destreza; basada tangencialmente en una novela del elusivo Thomas Pynchon (rescatando de paso mucho mejor su universo literario y humanista que Inherent Vice, la anterior adaptación de su obra); ambientada, por último, en un Estados Unidos abiertamente reconocible, un mundo de grupos de interés, bandos opuestos, sociedades secretas y armas automáticas, en el que efectivamente se dan cruciales batallas (públicas y privadas) día tras día; en fin, todo ello da cuenta de un extraordinario esfuerzo técnico y artístico, tal vez el más complejo y el más frontal emprendido por Paul Thomas Anderson, en la cumbre de su profesión e influencia en el medio. Wow, qué película y qué ambición. De eso y más se habla en este podcast.
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¿Cómo crear un filme que, al mismo tiempo, sea una pieza de autor, un producto de alcance masivo y un objeto que deje una marca en la cultura? la última ocasión en que un realizador había intentado algo parecido —Quentin Tarantino con Érase una vez en Hollywood— éste fue tan alabado como fustigado por cierta parte de público y crítica, pero en general se salió con la suya: su película va camino de convertirse en un clásico. El punto ahora es qué ocurre si a todo el mix anterior agregas una lectura abiertamente política, una que se sitúa de lleno ya no en el pasado reinventado (y lejano) sino en un presente totalmente reconocible, sobre todo para una conflictuada izquierda progresista y una derecha autoempoderada. Pues bien, eso es lo que pone sobre la mesa One Battle After Another: filmada en Vistavision, 65mm, con película física (el formato de mayor nitidez y espectacularidad disponible), protagonizada por Leonardo DiCaprio, en un registro tan maduro como satírico; realizada con efectos especiales prácticos, de abrumadora finura y destreza; basada tangencialmente en una novela del elusivo Thomas Pynchon (rescatando de paso mucho mejor su universo literario y humanista que Inherent Vice, la anterior adaptación de su obra); ambientada, por último, en un Estados Unidos abiertamente reconocible, un mundo de grupos de interés, bandos opuestos, sociedades secretas y armas automáticas, en el que efectivamente se dan cruciales batallas (públicas y privadas) día tras día; en fin, todo ello da cuenta de un extraordinario esfuerzo técnico y artístico, tal vez el más complejo y el más frontal emprendido por Paul Thomas Anderson, en la cumbre de su profesión e influencia en el medio. Wow, qué película y qué ambición. De eso y más se habla en este podcast.
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#553 The Conversation (1974), de Francis Ford Coppola
Civilcinema
1 hour 27 minutes 56 seconds
7 months ago
#553 The Conversation (1974), de Francis Ford Coppola
Filmada unos cuantos meses después del estreno de El padrino, La conversación había estado flotando por años en la cabeza de Francis Coppola; el destino quiso que fuera postproducida y estrenada mientras el caso Watergate estallaba fuera de toda proporción, rozando directamente el punto central del argumento: en una sociedad dominada por la paranoia, todo puede ser escuchado, visto, consumido y convertido en arma; nadie queda indemne, ni siquiera los vigilantes que ejecutan estas acciones. Inspirado por las lecciones impartidas por Blow Up (1966) y Klute (1971), Coppola comenzó dirigiendo una película acerca de la omnipresencia de la mirada, pero en el camino hizo evidente algo fundamental: por mucha información que el fisgón sea capaz de recoger, el sentido último del espionaje no es obtener más claridad sino agregar opacidad, incertidumbre, a la información recogida. Fundamental en este proceso es la figura del editor de imagen y sonido Walter Murch, quien a partir de ahí se convertiría en colaborador esencial del cineasta en aventuras como El padrino II, Apocalipsis ahora y otras obras maestras. La otra figura señera en esta empresa es Gene Hackman, quien vuelve a Harry Caul un personaje indeleble, suspendido en el vacío, condenado a escuchar al resto cuando sólo quiere alejarse de ellos. De eso y más se habla en este podcast.
Civilcinema
¿Cómo crear un filme que, al mismo tiempo, sea una pieza de autor, un producto de alcance masivo y un objeto que deje una marca en la cultura? la última ocasión en que un realizador había intentado algo parecido —Quentin Tarantino con Érase una vez en Hollywood— éste fue tan alabado como fustigado por cierta parte de público y crítica, pero en general se salió con la suya: su película va camino de convertirse en un clásico. El punto ahora es qué ocurre si a todo el mix anterior agregas una lectura abiertamente política, una que se sitúa de lleno ya no en el pasado reinventado (y lejano) sino en un presente totalmente reconocible, sobre todo para una conflictuada izquierda progresista y una derecha autoempoderada. Pues bien, eso es lo que pone sobre la mesa One Battle After Another: filmada en Vistavision, 65mm, con película física (el formato de mayor nitidez y espectacularidad disponible), protagonizada por Leonardo DiCaprio, en un registro tan maduro como satírico; realizada con efectos especiales prácticos, de abrumadora finura y destreza; basada tangencialmente en una novela del elusivo Thomas Pynchon (rescatando de paso mucho mejor su universo literario y humanista que Inherent Vice, la anterior adaptación de su obra); ambientada, por último, en un Estados Unidos abiertamente reconocible, un mundo de grupos de interés, bandos opuestos, sociedades secretas y armas automáticas, en el que efectivamente se dan cruciales batallas (públicas y privadas) día tras día; en fin, todo ello da cuenta de un extraordinario esfuerzo técnico y artístico, tal vez el más complejo y el más frontal emprendido por Paul Thomas Anderson, en la cumbre de su profesión e influencia en el medio. Wow, qué película y qué ambición. De eso y más se habla en este podcast.