
El diestro jalisciense Román Martínez se adueñó del Escapulario de Oro en Andagua, Perú en lo que fue una faena de empaque y entrega, lidiada a la usanza portuguesa.
El ejemplar fue de la ganadería de La Guillen, ejemplar que tuvo fijeza y pujanza y una embestida clara, bien entendida por el espada de Yahualica, Jalisco.
Con el capote recibo con hasta 12 verónicas por la continuidad y ambición en la embestida del astado, cumplido en el caballo, los tres alternantes pusieron banderillas.
Ya con la muleta el bravo y noble, faena larga por los dos pitones llegando al momento cumbre toreando con la muleta plegada por el palillo, al final el toro vuelve a los corrales, vuelta al ruedo el alferado,- organizador de la Fiera, el ganadero y el torero, el público feliz y el escapulario de la tarde para México.
Se lidiaron 6 de diferentes ganaderías y comportamientos. Solo se estoquearon los dos últimos pero no se les cortó ninguna oreja.