
Janiyah Wiltkinson lo tenía todo en contra. Mientras los oligarcas acumulaban fortunas inimaginables, ella luchaba por mantener con vida a su hija enferma. El sistema no la escuchó. Las instituciones no la ayudaron. Y lo que comenzó como una madre amorosa buscando ayuda, terminó en una caída libre hacia la oscuridad. Esta es una historia que nadie quiere contar. Una historia que duele, que incomoda, y que deja al descubierto las fallas brutales de una sociedad que protege a unos pocos y aplasta a los demás.