
En los 80, Italia nos regaló una de las experiencias más delirantes del cine de terror: Demoni, dirigida por Lamberto Bava y producida por el mismísimo Dario Argento. Una película donde el terror salta literalmente de la pantalla -sí, metacine en su forma más sangrienta y pegajosa. Es un festín de efectos prácticos, maquillaje grotesco, rugidos demoníacos y litros de sangre falsa derramada con una alegría casi artística. Demoni no busca sutileza: busca mancharte la camisa.
En este episodio nos metemos al cine maldito, hablamos de Argento, del encanto del gore artesanal y de cómo Bava convirtió una simple función en una pesadilla colectiva. ¡la amamos!