
Después de mucho andar por la parte baja de la tabla, nos toca Kamikaze de Luis Alberto Spinetta. Muchas veces ha pasado quedarnos sin palabras frente a algunas canciones y aquí es todo un integral en el que no existe forma de poder poner en palabras sensaciones. Se habla de música, se habla de poesía, se habla de intenciones. También de enigmas y de otras cuestiones bastante más livianas frente al contraste de una obra de arte integral de principio a fin. Un contexto complicado, casi fortuito, que le dio al álbum ese carácter belicoso: mientras Luis se arrojaba al vacío solo con su guitarra y algunas intevenciones de Diego Rapoport en las teclas, Argentina atravesaba la Guerra de Malvinas.