
Todo empezó con un Dios al que le pusieron pañales. Que se hizo uno de nosotros.
El Dios que se vistió de humanidad.
El Dios que se puso en las manos de dos adolescentes que aunque no tenían mucha noción de lo que estaba ocurriendo decidieron poner sus vidas al servicio del Señor.
José fue un hombre obediente y María dispuesta a hacer la voluntad de Dios.
Que gran responsabilidad cuidar al Salvador del mundo.