
A través de un video inesperado y unas coplillas escritas por mi abuelo en tiempos de postguerra, descubrimos cómo la memoria individual se convierte en memoria colectiva, y cómo la alegría incluso en tiempos difíciles canta, resiste y nos enraíza. Un episodio para encender la curiosidad, el afecto y el deseo de saber de dónde venimos.