El Imperio Romano andaba rompiéndola por todos lados, conquistando aqí y allá porque era imparable... pero cuando llegaron a un pueblo de Germania con personas poco preparadas y con pocos recursos, no se imaginaron que ahí les iban a poner un alto. La valentía de un pueblo, liderada por el héroe de esta historia: Arminio (o Hermann), es un ejemplo de lo que pasa cuando un líder se confía demasiado y subestima a su oponente. Después de esta batalla, la historia del Imperio Romano y de Alemania cambió para siempre.