
Mateo 4:4 “Él respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
El ajedrez es un juego de estrategia. No gana el más fuerte, sino el más sabio. Cada jugada busca una sola cosa: acorralar al rey enemigo hasta que no tenga escapatoria, hasta dejarlo sin movimiento. A ese momento decisivo se le llama 'Jaque Mate', que viene del persa antiguo 'Sha Mat', y significa: “El rey ha caído. El rey fue derrotado. El rey está sin salida”
En la historia más poderosa de la Biblia, hubo un SHA MAT PROFÉTICO: una jugada perfecta que Dios ejecutó desde el cielo para acabar con el reinado del pecado, la muerte y el infierno.
En la crucifixión de Jesús, Satanás pensó que había logrado su jugada maestra: matar al Hijo de Dios, todo parecía una derrota, pero el tablero era de Dios, y cada movimiento ya estaba predicho en Isaías 53, Salmo 22 y Zacarías 11:12-13 entre otros y ocurrió lo inesperado descrito en Colosenses 2:15 dice que Jesús despojó a los principados y potestades y los exhibió públicamente. Eso es ajedrez espiritual. La cruz canceló el acta de los pecados, iniquidades y maldiciones, rompió el dominio de la ley, derrotó a Satanás en su propio campo, clavó tu deuda y su poder sobre ti.
Quiero mencionar un ejemplo claro de dar un jaque mate al príncipe de las tinieblas, está escrito en el libro de Mateo 4; Jesús utilizó la frase “Escrito está” durante su tentación en el desierto, haciendo uso del poder de la palabra registrada en los rollos sagrados de aquel tiempo. En Mateo 4:1-11 se nos enseña que después de haber sido bautizado, el Espíritu llevó a Jesús al desierto, donde ayunó durante cuarenta días y cuarenta noches y dice la Escritura que tuvo hambre. Entonces vino el tentador queriendo persuadir a Jesús de pecar, usando tácticas muy astutas. Jesús permaneció firme, no cedió y respondió con la Palabra de Dios, declarando tres veces: “Escrito Está”.
En la primera tentación, Mateo 4:4, Satanás le dijo: “Si eres Hijo de Dios, dile a estas piedras que se conviertan en pan. Jesús respondió: Escrito Está: Pero no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Jesús le dió un Jaque Mate al enemigo citando a Deuteronomio 8:3 “Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no solo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre”.
En la segunda tentación, Mateo 4:7, el diablo se lo llevó hasta el lugar más alto del templo, y le dijo: – Si eres Hijo de Dios, arrójate abajo; porque Escrito Está: “Que los ángeles de Dios se encargarán de recibirlo en sus brazos para que nunca tropiece con una piedra” (incluso el diablo utiliza las Escrituras) “Jesús le contestó: – También Escrito Está: No tentarás al Señor tu Dios”, Jesús le dió un Jaque Mate, refiriéndose a lo citado en Deuteronomio 6:14-16 “No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros contornos; porque el Dios celoso, Jehová tu Dios, en medio de ti está; para que no se inflame el furor de Jehová tu Dios contra ti, y te destruya de sobre la tierra. No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah”.
Durante la tercera tentación, Mateo 4:9-11, la Palabra dice que el diablo lo llevó hasta el monte más alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le propuso: – Estos reinos serán tuyos, si te arrodillas y me adoras. Jesús rápidamente le respondió: – “¡Lárgate de aquí Satanás! Pues Escrito Está: Al Señor tu Dios adorarás, y solo a Él le servirás”, Jesús le da un Jaque Mate final con lo que está escrito en Deuteronomio 6:13 “A Jehová tu Dios temerás, y a él sólo servirás, y por su nombre jurarás”. Este es el más grande de los momentos en donde Jesús exhibe la Palabra de Dios, ya que exalta que solo Dios merece nuestra devoción y adoración, y que ningún ofrecimiento de este mundo puede siquiera compararse con Su gloria.
Cada vez que Jesús dijo “Escrito Está”, estaba realzando la autoridad de la Palabra de Dios. A lo largo de su ministerio, Jesús utilizó las Escrituras para enseñar, corregir y revelar la voluntad del Padre.
En Juan 10:35, Jesús declaró: “La Escritura no puede ser quebrantada”. Para Jesús, las Escrituras eran la máxima autoridad, incluso sobre las tentaciones más intensas y las circunstancias más extremas.
Al citarlas, Jesús no solo defendió su postura ante Satanás asestándole un Jaque Mate, sino que también nos proporcionó un gran ejemplo de cómo debemos enfrentar nuestras propias tentaciones y desafíos: nunca confiando en nuestra propia fuerza, sino descansando en la verdad poderosa de la Palabra de Dios.
El Salmo 119:105 declara que: “Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero”. La Palabra de Dios nos hace reflexionar sobre nuestros motivos y actitudes, nos revela lo que hay realmente en nuestro corazón y en nuestra mente. Es “viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón”, Hebreos 4:12.
Las palabras de la Biblia nos han sido otorgadas para los momentos en que necesitamos dirección, co...