
Juan 11:39 “Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días”.
Dios desea moverse con poder en la vida de Su pueblo. Él quiere traer milagros, restauración, avivamiento y propósito. Pero muchas veces hay estorbos cosas, personas, pensamientos o hábitos que bloquean el fluir del Espíritu Santo. Estos estorbos no solo impiden el milagro, sino que apagan la pasión, debilitan la fe y nublan la visión espiritual. Así como el profeta Isaías Isaías 57:14 “Y dirá: Allanad, allanad, barred el camino; quitad los tropiezos del camino de mi pueblo” Dios te dice hoy: “Quita todo estorbo, porque quiero hacer algo nuevo en ti”.
Hay cosas que Dios quiere hacer contigo, pero hay estorbos en el camino, hay promesas que no se han cumplido, no porque Dios haya cambiado de parecer, sino porque hay algo que está impidiendo que el milagro se manifieste. El problema no siempre es el diablo, a veces somos nosotros mismos: nuestra duda, nuestro orgullo, nuestro pasado o las personas a nuestro alrededor. Jesús siempre está dispuesto a obrar, pero muchas veces la fe del creyente está estorbada.
Por eso hoy el Espíritu Santo te dice: “Quita del camino todo lo que estorba el fluir de Mi poder en tu vida”.
Y encontré en la Biblia un pasaje que me llamó la atención, y es cuando Lázaro muere y llega Jesús a la tumba a encontrarse con el hombre al que amaba, porque dice la Biblia que amaba a Lázaro; pero había un obstáculo que estaba estorbando “entre el milagro y la resurrección” y ese obstáculo era una piedra.
Relato de la resurrección de Lázaro: Jesús resucitó a Lázaro, su amigo, de entre los muertos después de que este hubiese fallecido y llevado cuatro días en el sepulcro. Al llegar a Betania, Jesús, conmovido por el llanto de las hermanas de Lázaro, Marta y María, mandó quitar la piedra de la tumba. Tras orar al Padre, Jesús exclamó: "¡Lázaro, sal fuera!", y Lázaro salió de la tumba, envuelto en vendas.
Las hermanas de Lázaro, María y Marta, enviaron un mensaje a Jesús para informarle de la grave enfermedad de su hermano. Jesús respondió que la enfermedad no era para muerte, sino para la gloria de Dios. Jesús se quedó dos días más en su ubicación antes de dirigirse a Judea. Sus discípulos temían ir debido a la hostilidad de la gente allí, pero Jesús les aseguró que Lázaro "estaba dormido" y que iría a despertarlo, aclarando que estaba muerto. Al llegar, Jesús encontró a María y Marta afligidas, y a muchas personas con ellas. Marta le dijo que si Jesús hubiera estado allí, su hermano no habría muerto.
Jesús le afirmó a Marta que Lázaro resucitaría, y se declaró "la resurrección y la vida". Marta confesó su fe en Jesús, aunque pensaba que la resurrección sería en el futuro. Jesús pidió que lo llevaran a la tumba de Lázaro. Al llegar, mandó a quitar la piedra y oró en voz alta para que la multitud creyera que el Padre lo había enviado. Luego, gritó: "¡Lázaro, sal fuera!”. Lázaro salió de la tumba, con sus manos y pies atados con vendas. Jesús ordenó desatarlo y dejarlo ir. Este milagro llevó a muchos de los presentes a creer en Jesús.
¿Cual es el estorbo espiritual que no te permite salir?
Ahora bien, hay estorbos que impiden a muchos de los que están aquí servir a Dios, hay quienes aman a Dios, pero no pueden avanzar en el ministerio porque algo los frena:
Existen otros estorbos que impiden convertirte en un siervo de Dios, en Lucas 6:46 dice: “¿Por qué me llamáis Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?”. No basta con decir “yo amo al Señor”, el verdadero siervo se rinde totalmente, por tal razón debemos quitar de nuestra vida la falta de compromiso, la comodidad, la distracción y el doble ánimo.
Dios está buscando hombres y mujeres que quiten de sus vidas lo que los estorba para cumplir el propósito que Él diseñó desde el momento en que “Sus ojos vieron tu embrión”, Salmos 139:13-16 “Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”.
Ministración: Cuando Bartimeo arrojó su capa, rompió con su identidad de mendigo, esa capa se convertía en un estorbo, y cuando se levantó y fue a Jesús, recibió la vista. Para recibir tu milagro, debes arrojar la capa, debes soltar todo lo que te estorba… porque lo que viene es mayor que lo que perdiste”.
Dios está diciendo hoy: “Quita los estorbos del camino, porque quiero desatar tu milagro”. Los estorbos no son siempre visibles, pueden ser una herida, una excusa, una persona, o incluso una costumbre, pero cuando decides quitarlo, el cielo se abre sobre ti. Isaías 40:4 dice: “Todo valle será alzado, y todo monte y collado será bajado; y lo torcido será enderezado, y lo áspero allanado”.
Padre, en el nombre de Jesús, hoy declaro que todo estorbo espirit...