
“Un solo euro puede no parecer nada… pero para Marcos fue el inicio del infierno.”En este episodio de Charlas Adictivas, hablamos sin filtros sobre la adicción al juego con Marcos, que con apenas 18 años cruzó por primera vez la puerta de un salón recreativo. Apostó un euro en la ruleta electrónica y ganó 600. Aquella sensación de euforia, de poder y suerte, fue la chispa que encendió una adicción devastadora.Lo que comenzó como una anécdota divertida se transformó en una obsesión por el juego, que lo llevó a pasar días enteros en el casino, apostando miles de euros, rodeado de cocaína, prostitución y mentiras. Engañó a su familia, a sus amigos, y durante años vivió en la oscuridad de la ludopatía hasta llegar al borde del suicidio.Hoy, Marcos lleva varios años en recuperación y ha convertido su experiencia en una misión: acompañar a otros jóvenes —incluso menores— que caen en la trampa del juego online y de los videojuegos con sistemas de apuestas. Se ha convertido en una figura de referencia para muchos chavales, que no se sienten comprendidos por los psicólogos tradicionales, pero sí se reconocen en su historia.Una charla valiente, cruda y necesaria sobre cómo la adicción al juego destruye vidas y cómo la recuperación es posible con apoyo, conciencia y comunidad.