
Te despiertas una mañana, es aún muy temprano. Papá y mamá te esperan para desayunar. Es tu último día de clases de secundaria y toca elegir qué quieres ser de grande.
Dices que serás astronauta, bombero o estrella de rock. Aterrizas a la realidad. Lo de astronauta está difícil, lo de bombero también. Ni siquiera sabes cantar. Piensa en algo más serio. Eliges ser veterinario. Inicias el camino y ¡Aquí vamos!