
¡Shalom! En esta segunda parte les charlo sobre estar hospitalizada 3 días sin nadie que hablara español ni inglés y de cómo decidí ser mesera para poder pagar mi vida en Tel Aviv. Shoutout a mis hermosas amigas que me dieron historias dignas de la rosa de guadalupe
Todá rabá por escucharme. (El colmo si no aprendía un poquito de hebreo)