
En este mensaje, el pastor Richard habla sobre la importancia de construir y mantener convicciones firmes y sólidas, que actúan como muros de protección para la vida espiritual y personal del creyente.
Utiliza la metáfora de los muros de Jerusalén, que representaban la seguridad de la ciudad, para ilustrar cómo nuestras convicciones y verdades internas protegen nuestra fe, familia y propósito.
También aborda temas fundamentales como la identidad en Cristo, la autoridad de la Palabra de Dios, los nombres y atributos de Dios, y la restauración que Jesucristo ofrece para volver al diseño original de Dios para el ser humano.
En esencia, enfatiza que la verdadera transformación y protección provienen de conocer, aceptar y vivir en la verdad de Dios y su propósito.