Al igual que Andrea, Daniela también estuvo privada de libertad en Salto. La tercera vez fue detenida junto con el padre de Aron y madre e hijo fueron alojados en La Casona, mientras que a 100 mts de distancia estaba su padre. Afuera quedaron los otros tres hermanos de Aron: Tadeo, Henry y Luciano.
Su casa, o su “ranchito”, como ella lo llama, se ubica al final de un pequeño pasaje en barrio Vasco. Está con Thiago y Mía desde que le dieron la prisión domiciliaria luego que le recetaran un complemento a la bebé que no podían conseguir dentro de la cárcel, por eso la dejaron completar la pena en su hogar… aunque esto no significa que haya sido más fácil.
Para algunos la cárcel es un lugar desconocido y lejano, pero otros la conocen a través del relato de amigos, vecinos, incluso hasta sus propios padres o hermanos. En el caso de Andrea, su madre y dos de sus hermanos también pasaron por la prisión.
Andrea estuvo privada de libertad dos veces. La primera fue por un delito de lesiones personales, le dieron una condena de seis meses y aunque es de Salto, la trasladaron a la unidad 24 a 250 kilómetros de su hogar y de su familia. La segunda fue por venta de drogas y la condena fue más larga. En lugar de seis meses, fueron tres años. Esta vez, estuvo cerca de su familia y cumplió la pena en su ciudad. Su compañero fue Thiago.
Cautivos es un proyecto multimedia que, a través de la historia de Andrea -exprivada de libertad-, retrata las vivencias de la maternidad y el crecimiento de sus hijos dentro del centro penitenciario.