
La Cámara de Diputados aprobó el debate sobre el voto obligatorio, ahora en manos del Senado, sin sanción, transformándolo en voluntario. La discusión se centra en cálculos políticos que podrían cambiar según quien gobierne, distanciándose de principios democráticos. La derecha critica al oficialismo por su cambio de postura sobre el voto extranjero. La oposición se beneficiaría según la percepción actual. El Servel trabaja con un padrón obligatorio a tres meses de las elecciones, planteando dudas sobre la participación sin sanciones.