
¡Es tan incómodo sentir culpa! ¿Por qué debe existir ese sentimiento?
Desde la niñez hemos experimentado este sentimiento que en el fondo nos hace meditar en nuestras acciones u omisiones. Pareciera que fuera un sentimiento que no tiene beneficios, pero en el fondo este sentimiento nos puede hacer darnos cuenta de nuestra realidad como seres humanos delante de Dios. Esa culpa me puede llevar a reconciliarme con Dios.