
¿Cuántas veces te hicieron sentir indigno del amor de Dios y de su adopción como padre?
Hoy, en este capítulo es momento de dejar atrás las nefastas tradiciones y culpas que te impusieron en esa controladora forma de mostrarte a Dios por el cedazo de la religión.
En un capítulo más de Canutos Incómodos.