
Muchas veces nuestros cantos se vuelven oraciones vacías cuando no vienen acompañados de un propósito, ya sea de alabanza, adoración, contemplación, etc. Y ese vacío de la oración hace que perdamos el rumbo y nos enfoquemos en querer exaltar atributos personales sin importarnos la evangelización de los demás. Reflexiona conmigo eso y procura que todos tus cantos sean una oración viva tanto para ti como para los demás.