
A veces mi cuerpo y yo estamos en guerra, pero hoy les cuento cómo he aprendido a hacer las paces: entre la dieta, los recuerdos del pan sobao, las batallas con la báscula… y hasta un repartidor que casi se cae cuando le dije mi edad. Porque reconciliarse con el cuerpo no es rendirse, es aprender a reírse y a cuidarse en cada etapa de la vida.#CafeConCanas, #CanasConCafé, #CaféConVida, #CanasConOrgullo, #CaféYVerdades, #VidaConSentido, #ReflexionesConSabor, #AutenticidadSiempre, #EnvejecerConGracia, #PodcastLatino