Este episodio es diferente. Es personal.
Hoy me siento con Daniel, mi esposo, para hablar de una herida que marcó su vida: la muerte de su papá cuando tenía 7 años.
Pero esta no es una historia de tristeza… es una historia de decisión.
Porque Daniel eligió no vivir desde el dolor. Nunca usó su historia como excusa. Nunca se quedó en el papel de víctima.
Hablamos de lo que significó crecer con ese vacío, de lo que sanó al convertirse en papá, y de lo que ha construido desde el amor, no desde la falta.
Una conversación íntima, honesta y profundamente humana.
Porque tener una herida no es lo mismo que vivir desde ella.