
En Las perfecciones, Vincenzo Latronico retrata con precisión casi fotográfica a una pareja de creativos que se muda a Berlín buscando autenticidad, éxito y libertad. Pero entre cafés minimalistas, departamentos impecables y viajes curados para Instagram, se filtra una pregunta incómoda: ¿cuánto de nuestra felicidad es real y cuánto es solo una buena imagen?