
Tú y yo fuimos creado con un propósito y a veces la mayoría de los cristianos desconocemos o no sabemos identificar ese propósito en nuestras vidas.
Creo que es una pregunta que muchos nos hemos hecho o quizás todavía nos hacemos. De hecho, a veces se nos hace más fácil identificar el propósito de los demás y no vemos el nuestro.
Podemos identificar quien es un adorador, quien es un pastor, un evangelista un servidor en diferentes áreas…
Porque reconocemos ciertas características en esos hermanos en esas hermanas y por eso sabemos para qué fueron llamados.
Pero hoy quiero decirte que tú también fuiste creado para cumplir el propósito de Dios
No fuiste un ups…
No, allí mientras te gestabas en el vientre de tu madre Dios se aseguró de dotarte con todo lo necesario, para que en el tiempo que él detrminó para ti en la Tierra pudiera cumplir tu misión.
Si vamos a la palabra vamos a encontra un sin número de versículos que nos ayudan a definir eso que Dios espera que hagamos.
Efesios 2.10 dice:
10 Nosotros somos creación de Dios. Por nuestra unión con Jesucristo, nos creó para que vivamos haciendo el bien, lo cual Dios ya había planeado desde antes.
De manera que parte de lo que Dios espera que hagamos es HACER EL BIEN
Efesios 1.11 dice:
11 Por medio de Cristo, Dios nos eligió desde un principio, para que fuéramos suyos y recibiéramos todo lo que él había prometido. Así lo había decidido Dios, quien siempre lleva a cabo sus planes.
Así que Dios nos eligió PARA QUE FUÉRAMOS SUYOS Y RECIBIÉRAMOS TODO LO QUE ÉL PROMETIÓ
Y esa palabra es reveladora, porque no dice que somos de nosotros mismos para que hagamos lo que queramos. No. dice que somos suyos para llevar a cabo sus planes.
Es por eso que Proverbios 19.21 dice:
Puedes hacer todos los planes que quieras,
pero el propósito del Señor prevalecerá.
Y aquí todos debemos detenernos e identificar qué es eso que estoy dejando de hacer, por lo cual muchas veces me siento tan infructuoso en lo que hago…
Siento que nada tiene sentido, aun cuando soy parte del cuerpo de Cristo…
Debemos preguntarnos ¿Estoy ejecutando los planes de Dios o los míos?
Dios conoce mi corazón
Miren cómo comienza este salmo 139
Dios mío,
tú me conoces muy bien;
¡sabes todo acerca de mí!
2 Sabes cuándo me siento
y cuándo me levanto;
¡aunque esté lejos de ti,
me lees los pensamientos!
3 Sabes lo que hago
y lo que no hago;
¡no hay nada que no sepas!
4 Todavía no he dicho nada,
y tú ya sabes qué diré.
5 Me tienes rodeado por completo;
¡estoy bajo tu control!
6 ¡Yo no alcanzo a comprender
tu admirable conocimiento!
¡Queda fuera de mi alcance!
Dios me conoce… Dios te conoce. Él no es un padre ausente, no está lejos.
Sabes de qué tienes necesidad, y también sabe para qué fuiste enviado.
Entonces cómo sé qué es lo que debo hacer??
En intimidad.
Dios espera revelarse a tu vida
Él tiene la respuesta que tú necesitas