"Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda."

Salmos 139:1-4

A lo largo de nuestra vida, todos hemos experimentado en determinado momento alguna situación difícil; ya sea un problema, una aflicción o un momento de decisión, todos enfrentamos situaciones que nos roban el sueño, nos quitan la paz y nos dejan en la incertidumbre. Muchas de estas situaciones cargan nuestro corazón a tal grado que nos dejan abatidos, y ya sea por pena o vergüenza, algunas veces ni siquiera podemos expresar lo que sentimos con alguna persona. ¿Pero sabes algo? Hay alguien al que podemos recurrir en estos días; alguien en quien podemos descansar, porque ese alguien conoce aún mejor que nosotros nuestra vida, nuestra necesidad y tiene la salida y las respuestas para lo que tu y yo estamos pasando.

El Rey David, escribe este Salmo en un momento de su vida, donde no sabía que hacer; estaba afligido y necesitaba una guía clara respecto a alguna situación de su vida que lo aturdía. Pero es en este Salmo 139 donde él descansa su vida y sus angustias en Aquel que conoce todo de él, y que por lo tanto puede y quiere hacer algo al respecto.

Las palabras de David resumen esta característica de Dios: "Señor, tu lo sabes todo. Tu sabes todo de mí". El Señor conoce tus anhelos, tus planes, tus luchas, tus inseguridades, tus temores, tus fracasos, tus errores, y TODO de ti. Él sabe todo lo que estás pasando el día de hoy, y ¿sabes algo? Le importa mucho más de lo que te imaginas. Él, que te formó (Salmos 139:13-16) y te rescató enviando a Jesús para salvarte (Juan 3:16), ¿crees que va a descuidarte a ti, que le has costado tanto? ¿crees que Él es indiferente a tu dolor, cuando ha hecho TODO para salvarte y darte la oportunidad de conocerle? 

Por el contrario, David entendía que podía descansar en Él, porque sabía que Dios conocía todo lo que él necesitaba y además era alguien a quien le importaba; aún la situación más pequeña que podía experimentar, no era algo que su Dios desatendiera, sino por el contrario, era algo que Él ya conocía, algo de lo que Él ya estaba al tanto, y por lo cuál el podía dormir tranquilo y seguro que Dios podría encargarse de eso.

No se que situación estés pasando el día de hoy, pero de algo estoy seguro: Él "... que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿Cómo no nos dará también con él todas las cosas?" (Romanos 8:32). Sabiendo Él todo de ti, y amándote de esta manera, ¿crees que no quiere hacerse real en tu vida hoy? Él te hace una invitación para acercarte y descansar en Él. No tienes que seguir luchando y cargando con eso, reposa en Aquel que sabiendo TODO de ti (todo tal cuál tu eres), te sigue amando de manera incondicional; ven a Jesús y reposa tu situación en manos de aquel que ya sabe que hacer y tiene lo mejor que necesitas. 

"... Al que a mí viene, no le echo fuera"

Juan 6:37

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