
No todo merece perdón.
No todos lo merecen.
Y vos no estás obligad@ a ser la persona “grande” que suelta, comprende y abraza.
Perdonar no siempre es evolución, a veces es negación.
A veces, perdonar es volver al lugar donde te rompieron... con una sonrisa forzada.
¿Y si dejar de perdonar fuera el verdadero acto de amor propio?
Este episodio va a incomodar. Y está bien. Porque sanar no siempre se ve bonito.
IG: virginiamartinezzz / briafondo