
Mientras Apolos predicaba en Corinto, Pablo cumplió su promesa de volver a Éfeso. Había hecho una breve visita a Jerusalén y había pasado algún tiempo en Antioquía, escenario de sus primeras labores. Desde allí había viajado por Asia Menor, visitando las iglesias que él mismo había establecido, y fortaleciendo la fe de los discípulos. {LP 128.2}
La ciudad de Éfeso era la capital de la provincia de Asia y el gran centro comercial de Asia Menor. Su puerto estaba repleto de barcos procedentes de todas las partes del mundo conocido, y sus calles estaban atestadas de gente de todos los países. Por lo tanto, presentaba, al igual que Corinto, un campo misionero favorable. {LP 128.3}