
Andar en transporte público cuando tienes una discapacidad física como lo es la acondroplasia, se vuelve un gran reto, y yo a lo largo de mi vida lo he tenido que enfrentar, con buenas, malas y peores experiencias... Hoy hay más empatía que hace unos años al momento de subir a un camión, taxi, micro, combi, pecera o bici-taxi, la gente se fija y ayuda más en estos tiempos, y sí: "No voy a pie, voy en camión"...