
En el mundo corporativo, el karma no siempre llega… y cuando lo hace, suele hacer fila de espera.
Este episodio se adentra en el caso de un líder temido, reverenciado y, en voz baja, odiado. Un depredador de pasillos que convertía el mobbing en estilo de liderazgo: humillaciones públicas, auditorías personales de vestuario y uso desmedido del poder.
Pero cuando el imperio cayó y el verdugo tocó puertas pidiendo ayuda. muchos pensaron que era el karma actuando. ¿Lo fue?
Porque a veces, como escribió García Márquez: “Las estirpes condenadas a cien años de soledad no tienen una segunda oportunidad sobre la tierra.” O quizá, si.