
Ciudad de México 1699
Francisco recibió una mísera paga por toda la semana de arduo trabajo en las caballerizas de Álvaro, como siempre sin chistar la guardó sin contarla. ¿Para qué? De todos modos no alcanzaba para nada. ¡Malditos españoles! ¿Cuánto más duraría la disputa que estaba acabando con la economía de México? El pueblo estaba furioso.
1.- Clamor de las campanas por los difuntos.
2.- Responsorio u oración que se reza por los difuntos.
Sin decir nada dio media vuelta y salió de la propiedad para ir directo a casa, hacía mucho que no buscaba trabajo al terminar su jornada. Lo recibió Alonso, casi famélico, sus ojos se hundían en unas oscuras pozas demacradas. Francisco lo estrechó con aflicción. Difícil año (…)
Te invitamos a seguir escuchando esta triste historia en la que se vio envuelto Francisco y su hijo Alonso, y entérate den que paso esa tarde en la que la escases y la desesperación apodero de sus instintos.
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