
El que el individuo se da cuenta de algo, no necesariamente implica que ese contenido se haya integrado en su personalidad o que haya pasado por un proceso profundo de asimilación emocional o psíquica. Es más bien un primer paso hacia la toma de consciencia, que puede estar relacionado con algo que estaba en el inconsciente y que ahora pasa a la consciencia, pero aún puede quedar separado de otras partes de la psique. En el marco de la psicología analítica de Jung, la integración tiene un significado más profundo. Se refiere a un proceso que implica no solo reconocer o darse cuenta de algo, sino asimilarlo y aceptarlo de manera completa en la personalidad del individuo. Este proceso es parte del trabajo de individuación, el proceso mediante el cual una persona se convierte en lo que realmente es, equilibrando y unificando los diferentes aspectos de su psique, incluidos los elementos conscientes e inconscientes. Por ejemplo, si alguien se da cuenta de que tiene un impulso de agresividad reprimido, ese es el primer paso, el de "darse cuenta". Pero integrar esa agresividad en la consciencia implica aceptar y comprender esa parte de uno mismo, reconociendo su validez y aprendiendo a manejarla de manera constructiva. Jung veía la integración de lo inconsciente como un proceso esencial para la salud psíquica, donde la persona no solo toma consciencia de sus aspectos reprimidos o desconocidos, sino que también los incorpora al conjunto de su ser, alcanzando una mayor totalidad y equilibrio.