En 1 Pedro 2:11-12, Pedro nos dice: "Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras." Este pasaje nos muestra que la santidad no solo protege nuestra alma, sino que también es un poderoso testimonio para aquellos que nos observan, llevándolos a glorificar a Dios. En este devocional, exploraremos cómo nuestra vida puede impactar espiritualmente a los demás y reflejar el carácter de Cristo.