
El meditar en la noche ayuda a descansar la mente y el alma.
Analizar qué hice correctamente, qué puedo hacer mejor, qué quiero cambiar para mañana.
El hacer de la meditación un hábito antes de dormir ayuda a tener consciencia de mí mismo, de mis valores y de qué lugar estoy creando en el mundo, de que mi huella cada vez es más linda.