
La abundancia no llega cuando la buscas afuera.
La abundancia comienza cuando reconoces lo que ya eres y lo que ya tienes dentro.
No se trata de tener más, sino de sentirte capaz de crear más.
No se trata de acumular, sino de confiar en que siempre habrá más oportunidades, más puertas, más caminos.
Cuando tu mente se abre a la posibilidad, la vida se abre contigo.
Cuando agradeces, multiplicas.
Cuando das, recibes.
Cuando decides actuar sin miedo, el mundo responde.
Di contigo:
Yo elijo ver oportunidades donde otros ven límites.
Yo elijo crear valor, compartir y crecer.
Yo elijo vivir en expansión.
Nada está lejos.
Nada es imposible.
Lo que sueñas, ya está en camino.
La abundancia es tu estado natural.
Solo recuerda permitirla.