
Creado por: Sara Gaviria Piedrahita
@saragapi
Bienvenida al mundo del arte sonoro, un espacio donde el sonido trasciende lo convencional para convertirse en una experiencia inmersiva y transformadora.
Hoy, el enfoque está en Luigi Nono, un compositor fundamental de la música contemporánea del siglo XX, conocido por su innovación técnica y su profundo compromiso político y social.
La multifocalidad, un concepto central en el arte sonoro, se refiere al uso de múltiples fuentes de sonido o canales de audio para crear una experiencia auditiva envolvente. Este enfoque permite al oyente percibir la composición desde diferentes ángulos, enriqueciendo la interacción sensorial. Nono adoptó esta técnica en muchas de sus obras, logrando que el espacio se convirtiera en una variable estética crucial, transformando la experiencia auditiva más allá de los límites del concierto tradicional.
Nacido en Venecia en 1924, Luigi Nono fue un pionero de la música electrónica y experimental. Desde sus estudios en el Conservatorio de Venecia y bajo la tutela de figuras como Bruno Maderna y Hermann Scherchen, Nono desarrolló un estilo distintivo que lo llevó a la vanguardia de la música serial y aleatoria. Su debut público en 1950 con Variazioni Canoniche, una obra basada en un tema de Arnold Schoenberg, marcó el inicio de una carrera caracterizada por su radicalidad artística.
Entre sus obras destacadas se encuentra Per Bastiana Tai-yang Cheng (1967), una pieza que combina grupos instrumentales tocando en cuartos de tono con cinta magnética, demostrando su maestría en la fragmentación sonora y la multifocalidad. Este enfoque lo llevó a repensar la sonorización de espacios y a cuestionar la necesidad de intérpretes en directo, abriendo camino para nuevas formas de escuchar y experimentar la música.
El compromiso político de Nono fue una constante en su obra. Declarado comunista y miembro activo del Partido Comunista Italiano, muchas de sus composiciones abordaron temas como el antifascismo, la guerra nuclear y la justicia social. Obras como Intolleranza 1960 (1961) y Sul ponte di Hiroshima (1962) son ejemplos de cómo integró su activismo en su música, utilizando el sonido como herramienta para la reflexión crítica.
Además de su activismo, Nono realizó contribuciones significativas a la música electrónica. Piezas como La Fabbrica Illuminata (1964) y A Pierre: Dell'azzurro silenzio, inquietum (1985) exploraron las posibilidades del sonido grabado y manipulado, consolidando su reputación como un innovador en el ámbito sonoro.
Luigi Nono transformó la manera en que entendemos y experimentamos la música, fusionando estética, política y tecnología. Su legado sigue vivo, recordándonos la capacidad del arte para desafiar límites, conectar historias y provocar cambios significativos en nuestra percepción del mundo.