
Mientras Marcos está en la escuela, Quinto durmiendo y Julia (suponemos) jugando con alguna esclava, los esposos, los cónyuges pasean por el peristilo de la villa y recuerdan tiempos pasados. Es un buen momento para introducir el pretérito imperfecto, que es muy fácil de reconocer, pues en latín la forma regular siempre tiene la desinencia -BA-, como en la primera conjugación del español.