
Julio y Emilia han invitado a dos parejas a cenar. Asistimos, pues, a todo un banquete en el triclinio, el espacio dedicado a comer dentro de una casa romana. Comen cerdo, verdura, nueces, manzanas... y todo regado con el mejor vino del anfitrión, aunque a sus invitados no les guste demasiado.