
Cuando la vida se siente como un cuarto oscuro, lo primero que necesitas no es entenderlo todo, sino encender la luz. El Salmo 27 es una oración honesta que nos enseña a mirar los problemas a la luz de la presencia de Dios. En este episodio hablamos de temor, confianza, búsqueda, espera… y de la Luz que nunca se apaga.