
Cuando ocurre un eclipse nuestro sistema nervioso tiende a alterarse, como si las aguas internas sintieran una amenaza o señal de alerta que a veces llega a bloquear el flujo regular de nuestra energía dependiendo de nuestra tendencia al control y ña resistencia al cambio.
Los eclipses son catalizadores, activan procesos, detonan cosas y nuestro cuerpo lo siente. Estar preparados es estar abiertos, receptivos, centrados y confiados dentro de un espacio en nostros que nos sostiene y se nutre de estos cambios.
Esta meditación guiada te ayudará a encontrar ese espacio y habitarlo, como tu centro de gravedad cuando afuera las cosas parecen coger rumbos inciertos.
Ideal hacerla antes de dormir...