
En esta meditación viajarás a la Cueva de Kirón.
Ahí donde el centauro se refugió para conectar con su herida de rechazo y abandono. Serás guiado para entrar a tu propia cueva y tendrás tu propia experiencia.
Hazla cuando quieras conectar con un dolor que quieras abordar y no tienes la confianza, el espacio ni el tiempo para reconocerlo ni mucho menos expresarlo. Todos tenemos a Kiron en nuestra carta natal, todos portamos un dolor, una herida destinada a permanecer abierta para hacernos más humanos y animarnos ayudar a otros a sanar eso que no podrás sanar en ti.
Aprender a conectar e integrar esta herida es un paso grandioso hacia eso que llamamos Individuación o integración de lo que Eres.
Esta meditación te ayudará a reconocerla, a no luchar con ese dolor y si darle tu presencia. Detrás de toda herida hay una inmensa sabiduría dispuesta a revelarse ante ti.
Es un momento íntimo y personal, por lo que requiere un lugar silencioso, donde puedas estar a solas y sentirte segura. Puede ser sentada o acostada, como mejor te sientes cuidando de no quedarte dormida.