Um Saad abrió las manos ante mí. En sus palmas callosas, las heridas eran como rojos ríos secos. Esas manos despedían un olor único... el olor de la resistencia cuando se hace cuerpo y sangre en el hombre.
Y es que esos espacios hostiles, desierto o mar,no rodean islas y oasis amables como intersticios de nomadeo o de esperanza, sino islasy oasis como centros de explotación sin más, centros duros del capitalismo másdeshumanizado; otro crimen, una vez más, de lesa humanidad. Con el que es difícilconvivir en paz o construir un mundo medianamente presentable y soportable, en el queya no sea necesario odiar o matar. En el que la tragedia del ahogado vuelva a serevitable con la alegría del nada
“En la escuela no se aprendenada más que a ser perezoso, así que déjala y tírate al agua como antes hicieron otros”(p.90)
En “Hombres en el sol” (1963) tres hombres de tres generaciones distintas se encuentran en el vientre de un camión cisterna para escapar ilegalmente de los campos de refugiados donde viven. “Lo que os queda” (1966) narra la historia de dos hermanos, Hamed y Mariam, ante su destino: él ha de enfrentarse al desierto y al tiempo; ella, al marido maltratador que pretende repudiarla. “Um Saad” (1969) es el nombre de una palestina, madre de un muchacho que se enrola con los fedayín. Una mujer incombustible y perenne como la rama de vid que un día decide plantar delante de su casa.
«El sol estaba en el cénit y dibujaba, en el cielo del desierto, una blanca cúpula de fuego. La estela de polvo reverberaba bajo aquella luz intensa y deslumbraba la vista. Contaban que fulano no había vuelto de Kuwait. Había muerto allí de una insolación. Cavaba la tierra con la azada cuando cayó desplomado al suelo. ¿Y qué? Lo había matado una insolación. Que lo entierren aquí o allí… Eso fue todo, una insolación. ¿No era genial el que había inventado aquella expresión? Como si de aquella inmensidad surgiera un gigante misterioso que azotara sus cabezas con un látigo de fuego y alquitrán ardiendo. ¿Pero cómo iba el sol a matarlos así y a matar todo el ímpetu que encerraban sus pechos?»
En el año 2015 se publicó el libro "Una Trilogía Palestina", que reúne las tres principales novelas de la literatura palestina del exilio escritas por Gasán Kanafani.
Hoy les leemos la Introducción de «Enseñar a Transgredir: La Educación como Practica de la Libertad» de bell hooks
Aquí el tercer capitulo de Fragmentos de Antropología Anarquista. Disfruten y ¡procuren que viva la anarquía!
Aquí el segundo capitulo de Fragmentos de Antropología Anarquista.
Hoy leemos el capitulo introductorio de Fragmentos de Antropología Anarquista del antropólogo David Graeber, lectura indispensable.
¡Disfruten!
Hoy leemos el prólogo de «Cómo piensan los bosques» del antropólogo Eduardo Kohn: Prólogo en conversación con Manari Ushigua.
Bence Nanay es filósofo y psicólogo. Estudia la percepción, la acción y la estética. Este es un breve ensayo del 2022 sobre qué es la experiencia estética, en qué consiste, y las nociones más populares que el autor se ocupa en desentrañar.
dice:
"Esto nos lleva a la tercera razón, y en cierto sentido la de mayor importancia, por la que considerar la experiencia estética como un logro es un paso crucial para comprender por qué la estética importa. Importa porque es algo que has logrado. Revela algo sobre ti mismo. Hay una sensación de logro, es decir, una sensación de lo que has logrado. En cierto modo, la experiencia estética tiene que ver tanto contigo como con el objeto estético."
"Mi hipótesis es que no puede existir una sociedad que merezca el calificativo de “socialista” si la energía mecánica que utiliza aplasta al hombre."
"Olvida que el territorio lo crea el hombre con su cuerpo, y toma por territorio lo que no es más que un paisaje visto a través de una ventanilla por un hombre amarrado a su butaca. Ya no sabe marcar el ámbito de sus dominios con la huella de sus pasos, ni encontrarse con los vecinos, caminando en la plaza. Ya no encuentra al otro sin chocar, ni llega sin que un motor lo arrastre. Su órbita puntual y diaria lo enajena de todo."
"Perdió la fe en el poder político de caminar"
Hace menos de cien años que la gran fuerza estabilizadora e iluminadora en las vidas de los pueblos arcaicos ha llegado a la atención de la civilización occidental. Esa gran fuerza estabilizadora e iluminadora es su conexión vegetal con la mente de Gaia, su capacidad de experimentar, no de razonar de forma abstracta, sino de sentir directamente al planeta, a nuestra madre, sus necesidades, tensiones y dónde está sufriendo.
Ellos hacían esto mediante la ingestión de plantas psicoactivas. Durante cincuenta a cien mil años, las personas arcaicas recurrieron a estas plantas antes de que surgiera la facción agrícola monoteísta de cerebro estrecho.
El mayor regalo de la mente vegetal al orden humano es la experiencia psicodélica, porque permite la disolución de límites. Y será necesario disolver esos límites para coordinar la metamorfosis del mundo humano.
Necesitamos una visión. No me refiero a un plan o agenda, sino a una visión. Esa visión no proviene de comités ni de análisis estadísticos. Proviene de algo superior: del inconsciente, de la mente de Gaia, del gran espíritu, como quieras llamarlo.
Un recorrido vívido por el ambiente ideológico e intelectual durante los años en que el autor enseñó el curso "leer el Capital" y un preámbulo para la tesis del libro "Espacios de esperanza"
Esta es una transmisión desde un futuro que no sucederá, hecha por gente que no existe
https://universodeletras.unam.mx/2024/03/x-hoguera-de-reminiscencias/
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